Hace exactamente un año comencé a levantarme todos los días con una cruda moral incalculable, faltaba a mis clases y después me lamentaba haciendome falsas promesas de disciplina y olvidandolas al día siguiente. No es que haya cambiado gran cosa actualmente, mas bien las personas que me rodean han cambiado y eso me ha obligado a replantearme mi papel en este plano existencial. Primero que nada comenzare por hablar de mi, lo mas probable es que ya me conozcas, pero si no descuida, soy como tu, tengo dos ojos, un cerebro inquieto y por desgracia un corazón extremadamente sensible y autoritario, no soy deportista, no soy rico (dinero) no soy guapo y mi única habilidad digna de mención es una buena memoria para datos absurdos. Me gusta bailar.
Este blog empezó como un intento de "darle al mundo algo a cambio", hablaría de cosas de interés y me mostraría al mundo como un ser interesante. Al mes y medio se fue al carajo la visión, no sabia ni que madres escribir, así que ahora ofrezco esto, mi confesión diaria, semanal o mensual, mi forma de expulsar a los demonios, sobre todo a los de las relaciones, amorosas, amistosas, enemistosas, todas de una vez. Me vale madre lo que pienses de mi, porque a ti te vale madres lo que yo pienso de ti, sin embargo si me gustaría escucharlo por que tampoco soy un monstruo insensible y detesto ser un cretino sin razón. Por que si, tal vez mucho de lo que halla aquí me pinte como un cretino, un cínico, pero siempre he dicho que prefiero ser cínico a hipócrita, claro el problema es que nunca lo he llevado a cabo en realidad. Creo que en realidad nadie dice lo que piensa salvo dos o tres personas que conozco.
Ella tampoco decía mucho, al parecer así son las mujeres, no gustan de decir lo que realmente piensan, pero esperan que uno se de cuenta. Llamemosla Maga, hace mucho tiempo le comencé a leer "Rayuela" de Julio Cortazar. Nunca terminamos el libro, pero como se parecía (y se parece hasta la fecha) a la Maga, bohemia, bella y francesa. Pues bien Maga me arrancó el corazón y se lo comió en mi cara aun latiendo. No la culpo totalmente, digamos que fue un 50% de culpabilidad compartida.
Supongo que la mayoría de ustedes ya han sufrido una verdadera decepcion amorosa, no mamadas, una de esas decepciones donde hasta el puto escusado te la recuerda. Ahora bien el asunto duró entre 6 y 7 años, o sea que al terminar si fue bastante destructivo. ¿Viste a los japoneses después del tsunami?, igualito, sin muertos, pero igualito y ¿sabes que? en ese momento de verdad hubiera preferido estar muerto. En fin, tiré sus cosas, le devolví algunas, cuando mas o menos comenzaba a enfocarme en otros asuntos, aparecia una foto, una carta, un arete y madres, al suelo a llorar como panelista de Laura. Luego vino la etapa autodestructiva, en la que destruyes hasta a tu pobre e inocente celular por la mas mínima falla. Te olvidas de la higiene, el autorespeto y el trabajo y luego los amigos, vecinos, parientes, vagabundos, mascotas todos te empiezan a aconsejar. Puta hasta libros sobre el tema leí. Pero lo peor es enterarse de que ya anda con otro imbécil y todavía dijeras uno "de paquete" o sea que tu no conozcas, pero que resulte ser el "amigo de la infancia", es terrible y no se lo deseo a nadie solo a él. Además y lo digo así sin pelos en la lengua, es un traidor, se fingió mi amigo y a la hora de la verdad me bajo a la Maga y ni compermiso dijo y si, honestamente hasta la fecha tengo ganas de reventarle la cara. Pero el imbécil no tiene la culpa y es por eso que (y no digo esto por ardido) lo odio por cobarde, es decir, lo odio de hombre a hombre, pero no por el engaño, sino por pensar que la besa, la seduce, la acaricia a ella, a mi Maga...
Comienzo pues las andanzas de mis nada interesantes días, de mis absurdos desvelos, de mis escritos mediocres y de mis infinitos errores como un legado al cibermundo, pues como cualquier otro ser en el planeta quiero ser escuchado y entendido y ahora puedo hacerlo por este medio. Agradezco de antemano tu atención y te recuerdo y garantizo que no escribo esto para ser popular o reconocido (mucho menos rico) solo para ser escuchado, pues para mi es peligrosamente importante.
